Cuando tu pequeño da su primer paso, se sabe los nombres de los colores, te muestra afecto o salta en un pie, está desarrollando habilidades que se denominan indicadores del desarrollo. Es por ello que los indicadores del desarrollo son las acciones que la mayoría de los niños pueden hacer a una edad determinada.
Los niños alcanzan estos indicadores en la forma de jugar, aprender, hablar, comportarse y moverse (por ejemplo, gatear y caminar). Los resultados de una vasta gama de investigaciones en los campos de la psicología del desarrollo, la medicina y la educación ponen al descubierto la importancia fundamental que reviste el desarrollo en la primera infancia con respecto a la formación de la inteligencia, la personalidad y el comportamiento social.
En ese sentido, si los niños de corta edad no reciben en esos años formativos la atención, el cuidado y la educación con valores que necesitan, sufren de problemas cognoscitivos, emocionales y de comportamiento. Esos impedimentos pueden afectar a largo plazo la capacidad de los niños de iniciar sus estudios y, posteriormente, su desempeño escolar, donde las consecuencias son acumulativas y prolongadas.